Hay pocas zonas del cuerpo humano que no se vean afectadas por los productos químicos de los cigarrillos. Vamos a hacer un recorrido de tu cuerpo para analizar la manera en que el tabaco afecta al mismo. Esperamos que esta información te anime a dejar de fumar, o al menos intentarlo.
Comenzando desde arriba
Como fumador, tienes el riesgo de tener cáncer de boca. El humo del tabaco también puede causar enfermedades en las encías, caries y mal aliento. Los dientes toman un color amarillo. Los fumadores pueden experimentar dolores de cabeza frecuentes. Y la falta de oxígeno y reducción de los vasos sanguíneos en el cerebro puede conducir a problemas cerebrovasculares.
Bronquios y pulmones
Veamos el pecho, el humo pasa a través de los bronquios. Cianuro de hidrógeno y otros productos químicos contenidos en el humo atacan el revestimiento de los bronquios, inflaman y causan tos crónica en el fumador. Dado que los bronquios se debilitan, tienes mayor probabilidad de tener infecciones bronquiales. La secreción de moco en los pulmones se ve afectada, llevando también a la tos crónica. Los fumadores tienen 10 veces más probabilidad de tener cáncer de pulmón y enfisema que los no fumadores.
El Corazón
Los efectos del tabaquismo en el corazón son devastadores. La nicotina aumenta la presión sanguínea y hace que la sangre coagule más fácilmente. El monóxido de carbono reduce el oxígeno de la sangre y da lugar al desarrollo de depósitos de colesterol en las paredes de las arterias. Todos estos efectos aumentan el riesgo de sufrir un ataque al corazón. Además, la mala circulación resultantes de los depósitos de colesterol puede causar accidentes cerebrovasculares, la pérdida de circulación en los dedos de las manos y pies y la impotencia sexual.
Órganos del cuerpo
El sistema digestivo también se ve afectada. El alquitrán en el humo puede desencadenar el cáncer de esófago y la garganta. Fumar provoca el aumento de la secreción ácida del estómago, la acidez estomacal y úlceras. Los fumadores tienen mayores sufrir un cáncer mortal de páncreas. Muchos de los agentes cancerígenos de los cigarrillos se expulsan en la orina, donde su presencia puede causar cáncer de vejiga, que es a menudo fatal. La presión arterial elevada debida al fumar puede dañar los riñones.
Te mostramos algunas razones para que lo intentes.
Quiero sentirme más sano y en forma.
Quiero tener más energía.
Quiero recuperar mis sentidos del olfato y el gusto.
Quiero dientes más blancos y mejor aliento.Quiero que se me vaya la tos y respirar mejor.
Quiero aumentar mi esperanza de vida.
Quiero disminuir mi riesgo de tener cáncer, ataques de corazón, derrames, muerte prematura, cataratas y arrugas.
Quiero que mi pareja, hijos, familia y amigos se sientan orgullosos de mí y de mi nueva vida saludable.
Quiero sentirme orgulloso de mi mismo
Quiero tener más control sobre mi vida, mis hábitos y necesidades.
Quiero ser un mejor modelo para los demás.
Quiero tener más dinero para gastarme en otras cosas.
Quiero dejar de preguntarme cuando me voy a fumar el siguiente cigarrillo o que voy a hacer si entro en un lugar libre de humo.
Seguro que puedes encontrar otros motivos para dejar de fumar.
Cada vez más estudios apoyan la premisa de que de las mascotas son buenas para la salud. De allí que no exageraríamos al asegurar que más que el mejor amigo del hombre, un perro podría convertirse también en su mejor enfermero. Entérate aquí de los beneficios que una mascota puede ofrecerle a tu vida y a la de tu familia.
La próxima vez que los niños te supliquen que traigas a casa un perrito, un gato, un ave o incluso un pececito, no rechaces totalmente la idea. Es cierto que implican responsabilidad y gastos, pero ellos se encargan de compensar tus obligaciones con muchísimos beneficios para la salud de todos. Entre éstos se encuentran los siguientes:
1. Las mascotas ayudan a combatir la ansiedad.
Según un estudio del Medical College de Virginia, a los pacientes hospitalizados con problemas de salud mental, la terapia con animales les ayudó a reducir sus niveles de ansiedad más que otras terapias convencionales. “Las mascotas ofrecen un amor incondicional que puede ser muy útil para las personas con depresión”, indica el Dr. Ian Cook, psiquiatra y director del Programa Clínico y de Investigación de Depresión en UCLA (UCLA Depression Research and Clinic Program).
2. Benefician la salud cardiovascular
En un interesante estudio publicado por la investigadora Erika Friedmann en el American Journal of Cardiology, se les dio seguimiento a más de 400 personas después de que sufrieran un ataque al corazón. Un año más tarde, los dueños de mascotas tenían 8.6 veces más probabilidades de sobrevivir que aquéllos que no tenían mascotas. De manera que los perros y los otros animalitos, pueden ayudar a mejorar la longevidad y la sobrevivencia de sus dueños.
3. Fortalecen tu sistema inmunológico.
“Tener una mascota es la inmunoterapia de la naturaleza”, asegura la Fundación Livestrong. “Los niños de los hogares con mascotas tienen una asistencia general de tres semanas más por año que los que no tienen mascotas.” Además, otros estudios indican que los niños que están cerca de una mascota son menos propensos a tener eczema e incluso llegan a tener un sistema inmunológico más fuerte en general.
4. Las mascotas son magníficas en terapias de salud
La terapia con mascotas puede reducir significativamente el dolor, la ansiedad, la depresión y la fatiga en pacientes con varios problemas de salud, como por ejemplo:
5. Las mascotas ayudan a las personas de la tercera edad
Algunos estudios demuestran que los pacientes con Alzheimer tienen menos brotes de ansiedad si hay un animal en casa, y que quienes los cuidan también se sienten menos agobiados cuando hay una mascota en el hogar.Además, tener una mascota ayuda a las personas mayores a hacer ejercicio y les da el beneficio de sentirse acompañados, lo que les hace sentir mejor en general.
6. Las mascotas ayudan a mantenerse en forma
¿Sabías que los perros son responsables de 67 por ciento de las caminatas que sus propietarios toman cada semana? Tener un perro en la casa te impulsa a salir a caminar, incluso a jugar con él. Según Sandra McCune, autora del libro “Health Benefits of Dog Walking for People and Pet”, las personas que sacan a sus perros a caminar suelen cumplir con su requisito diario de ejercicio, incluso si ellos no hacen ningún ejercicio de importancia. ¡Esta por sí sola es una razón muy fuerte para tener y mantener a un perro en casa!
Cuidado, aquí está la otra cara de la moneda
Aún cuando una mascota resulte beneficiosa para tu salud, siempre es bueno hacerte estas tres preguntas antes de llevar una a casa:
- ¿Te sientes cómodo con una mascota? Si nunca has tenido un perro u otro animalito, asegúrate que esta es una opción que le dará alegría y no tensión a tu vida.
- ¿Podría convertirse en una carga económica? De acuerdo a la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (American Society for the Prevention of Cruelty to Animals, ASPCA), la llegada de un gato o un perro a la casa puede representar una inversión financiera importante durante el primer año de su estancia en la casa (adquisición del animal, vacunas, visitas al veterinario, comida, medicinas, juguetes, etc.).
- ¿Puedes cuidar bien a tu mascota todo el tiempo? Una mascota, además de compañía y beneficios a tu salud, también requiere de ciertos cuidados. Por ejemplo, si sales de viaje ¿quién la cuidara?
Compara las ventajas y las desventajas y toma tu decisión. Pero si te decides a traer una mascota a la casa, hazlo con el convencimiento de que será una fuente de alegría y de beneficios para tu salud y la de toda la familia.
Fuente: vidaysalud.com
El índice de cáncer de próstata en Asia es similar al de los países occidentales. No obstante, si en los segundos el cáncer de próstata tiende a progresar, no ocurre así en los primeros. Hasta ahora, los investigadores habían buscado diferencias genéticas que explicasen esta diferencia. No obstante, la diferencia parece estar en la dieta, no en los genes.
Un estudio de la Universidad de Colorado publicado en Cancer Prevention Research sugiere que esta diferencia podría deberse a la dieta rica en fibra. Los alimentos ricos en fibras serían las verduras (lechuga, acelgas, zanahorias, espinacas), legumbres (lentejas, judías, garbanzos), frutas (manzanas, melocotones, plátanos, ciruelas…), cereales integrales (salvado, trigo…)
El estudio comparó los datos de ratones de laboratorio a los que se alimentó con una dieta que incluía IP6 (hexafosfato de inositol), uno de los principales componentes de las dietas altas en fibra con un grupo de ratones de control. A continuación, emplearon resonancias magnéticas para monitorizar la progresión de los cánceres de próstata en ambos modelos.
Los resultados mostraron que los ratones a los que se suministró por vía oral suplementos de IP6 tenían unos volúmenes de tumores mucho más reducidos. Esto, en opinión de los científicos, se debe a los efectos anti angiogénicos (creación de nuevos vasos sanguíneos que permite crecer al tumor) del IP6. Asimismo, el IP6 también disminuía el ritmo de metabolización de glucosa de los cánceres de próstata. Esto podría deberse a una reducción de la proteína denominada GLUT-4, que cumple un papel principal en el transporte de glucosa.
Fuente: medicina21.com
El descanso nocturno es mucho más importante de lo que parece.
La mejor manera de almacenar una nueva información es dormir durante dos horas, dentro de las cinco siguientes al aprendizaje, según estudios de la Universidad de Pensilvania.
Seguro que lo has experimentado en carne propia: la noche que descansas poco o mal, amaneces agotada, con los ojos enrojecidos, la piel apagada y, en general, con un mal cuerpo que no te deja opción: empiezas el día con muy pocas ganas.
Y es que el descanso nocturno es mucho más importante de lo que parece. Si piensas que durante estas horas disminuye la actividad corporal, estás muy equivocada. Todo lo contrario: durante la noche, el organismo libera hormonas que nos ayudan a mantener el bienestar a lo largo del día y que se convierten en aliadas de nuestra salud y también de nuestra belleza.
“El sueño no es que sea beneficioso, es que es imprescindible”. Un dato que nos ayuda a entender lo necesario de tener dulces sueños es que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. Por algo será. Una persona que viva 90 años habrá dedicado 30 a dormir. Lejos de lo que pueda parecer, esto no es, ni mucho menos, una pérdida de tiempo: esta persona habrá necesitado dormir esos 30 años para poder vivir los otros 60.
Pero no todas las horas de sueño son iguales ni inciden en el organismo del mismo modo. Mientras dormimos pasamos por varias etapas, que se van repitiendo a lo largo de toda la noche. Las primeras, las fases 1 y 2, nos regalan un sueño ligero en el que la musculatura se relaja; la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la respiratoria descienden, y se registra una menor actividad cerebral. En las fases 3 y 4, el sueño es profundo, las ondas cerebrales son muy lentas (se llaman ondas delta). Otra fase, la denominada REM, que se caracteriza por el movimiento rápido de los ojos (en inglés, Rapid Eye Movement), es en la que se registra un alto nivel de actividad cerebral, en contraste con la gran relajación muscular. En esta fase se producen la mayoría de los sueños que solemos recordar.
Fabricamos Músculo
Mientras dormimos, al estar tumbados, el organismo descansa más. La posición horizontal facilita que las articulaciones soporten menos peso que durante el día y que los músculos se liberen de la tensión, se relajen y se regeneren. “Durante el sueño profundo, en las fases 3 y 4, el organismo segrega la hormona del crecimiento, que resulta muy importante para la regeneración muscular”, afirman especialistas en el tema. Esta hormona resulta imprescindible para los niños, razón por la que su descanso nocturno (o, en el caso de los bebés, a lo largo del día) debe ser dilatado y muy profundo.
No sólo es necesario descansar bien por la noche; una buena siesta puede ser también muy reparadora. Eso sí, aclaran que la siesta no debe sustituir, en ningún caso, al sueño nocturno.
Curamos enfermedades
Un sueño reparador ayuda a que nuestro sistema inmunitario se fortalezca.
También el sistema circulatorio se beneficia durante el sueño, pues al descender la presión arterial, el corazón necesita realizar menos esfuerzo para bombear sangre a todo el sistema circulatorio. Al disminuir el gasto de energía, el metabolismo también puede reponerse con mayor facilidad. Por ello, cuando estamos enfermos, la recomendación de dormir más horas resulta casi indispensable para que nuestro organismo se recupere. Y es que un sueño reparador ayuda a que nuestro sistema inmunitario se fortalezca. “Al dormir bien se mantiene un equilibrio general en todo el organismo. Por el contrario, si no descansamos correctamente, el sistema inmunitario se ve afectado y nos volvemos más vulnerables a determinadas enfermedades, como las infecciones por virus”.
“Por otro lado, sabemos que durante el sueño una sustancia llamada interleucina se libera en mayor medida mientras dormimos”. La interleucina promueve la producción de anticuerpos y estimula el sistema inmunitario, de manera que, si te encuentras mal o tienes fiebre, no te hagas la valiente: vete a casa, acuéstate y te curarás mucho antes que si intentas aguantar. No boicotees tontamente tu sistema inmunológico.
Mejoramos la vista
Los cosméticos para usar por la noche se basan en el hecho de que, durante el sueño, las células se regeneran más deprisa y la piel asimila mejor los activos nutritivos.
No es casualidad que cuando llevas muchas horas sin dormir te cueste mantener los ojos abiertos. El caso es que nuestra vista es otra de las grandes beneficiadas tras un sueño reparador. La falta de sueño provoca alteraciones en la película lagrimal que debe proteger la córnea. Además, las personas con tendencia a la retención de líquidos o bolsas grasas pueden tener un empeoramiento en periodos de descanso inadecuado. Ya ves que no son sólo ojeras lo que aparece en nuestra cara cuando no dormimos bien. Por eso dicen las modelos que uno de sus mejores secretos de belleza (junto con el tópico de beber dos litros de agua al día) es dormir unas ocho horas cada noche.
Nos Ponemos Relucientes
Si te levantas y, al mirarte al espejo, descubres una piel apagada y poco tersa, échale la culpa al insomnio. Según la firma cosmética Nivea, durante el sueño, el proceso de regeneración de las células se intensifica, la circulación sanguínea es más fluida y la piel asimila mejor los activos de los cosméticos nutritivos. Las hormonas que se producen en la fase de sueño consiguen que las células se dividan más deprisa, con lo que mejora la regeneración de la epidermis. Además, la síntesis de proteínas se incrementa y la piel recibe mucha más sangre y nutrientes. A pesar de que este proceso se ralentiza a partir de los 25 años, la piel es muy receptiva a las sustancias externas (como la acción de los tratamientos de belleza) mientras uno duerme. Por ello, conscientes de la actividad corporal que se produce mientras estamos en la cama, las firmas de cosméticos han desarrollado productos específicos para la noche. Y es que dormir es la mejor cura de salud y de belleza.
¿Sabías que...?
• El tamaño sí importa. Hablamos de la cama, claro. Debe ser 20 centímetros más larga que el cuerpo. Y, si es para dos, la anchura ideal será 1,60 cm. Si te gusta dormir sola, elige un colchón de 90 cm de ancho.
• Dormir da sed. El cuerpo elimina toxinas durante la noche a través de siete millones de poros. Como resultado, perdemos medio litro de agua ¡mediante el sudor y la respiración!
• No tan duros. El colchón perfecto es el que permite que el cuerpo se hunda suavemente y, al mismo tiempo, se mantenga en su posición horizontal natural. Mide tus hombros. Son el criterio para elegir la almohada. Cuando vayas a comprarla, si duermes boca arriba pruébala tumbada, pero de lado: el cuello ha de permanecer paralelo al colchón, no torcido.
Fuente: naturalinea.com
Los ojos también pueden sufrir cuando tienes hipertensión o presión arterial alta. ¿Has escuchado hablar de la retinopatía hipertensiva? El nombre parece complicado pero es fácil comprender de qué se trata esta condición que puede evitarse y mantenerse bajo control. Para que sepas cómo cuidarte, aquí te contamos acerca de la retinopatía hipertensiva que no puedes darte el lujo de ignorar.
Como su nombre lo indica, la retinopatía es una condición en la retina, que es un grupo de células sensibles a la luz que recubren la parte posterior del ojo y que se encarga de recibir las imágenes y enviarlas al cerebro a través del nervio óptico.
La retina puede verse afectada por diferentes motivos y, de acuerdo a cual sea la causa, pues entonces así se denominará el tipo de retinopatía. En un artículo anterior de vidaysalud.com ya te contamos acerca de la retinopatía diabética, que puede ocurrirle a las personas con diabetes y que hay que atender a tiempo para que no se afecte la visión.
Ahora, es momento de hablar sobre la retinopatía hipertensiva, que puede ocurrirle a las personas que tienen hipertensión, es decir, presión arterial alta. Recuerda que se considera que la presión está elevada cuando la presión sistólica (cuando los ventrículos se contraen y el corazón bombea sangre) es de 140 o mayor (este es le primer número que se mide) y/o cuando la presión diastólica (cuando el corazón está en reposo o entre latidos) es de 90 o mayor.
Una lectura de 130/90 se considera pre-hipertensión.
¿Por qué la presión alta afecta a la retina? Porque ésta contiene muchos vasos sanguíneos, muy pequeños, que llevan sangre y oxígeno al ojo. Justamente, la presión arterial alta causa anomalías (anormalidades) en los vasos sanguíneos, hace que las arterias pequeñas se vuelvas más gruesas y puede hacer que se bloqueen o que sangren. En el ojo, tales cambios podrían afectar la visión (e incluso, si la presión sube mucho de repente puede causar una inflamación del nervio óptico llamada papiledema).
Uno de los problemas de la retinopatía hipertensiva es que, a pesar de las complicaciones que puede ocasionar la presión arterial alta, las personas que la padecen, en general, no tienen síntomas hasta que la enfermedad está avanzada y a veces los problemas no son reversibles. De ahí la importancia de hacerse los controles de la vista con regularidad, ya que el oftalmólogo u oculista puede descubrir esta la retinopatía hipertensiva durante un examen de rutina de la visión.
Fuente: vidaysalud.com